Tal vez hemos escuchado el concepto de fatiga pandémica (relacionado directamente con nuestra salud mental) en estos días, sobre todo porque ya nos encontramos a casi 2 años del inicio de la pandemia del Covid-19 que llegó a reconfigurar nuestra forma de vivir como la conocíamos.

La fatiga pandémica es definida por la Organización Mundial de la Salud como una reacción de desmotivación emergente frente a una adversidad mantenida y no resuelta, que puede traducirse en un riesgo para el cumplimiento de las medidas preventivas. Esta desmotivación constituye un deterioro de nuestra salud mental, y se asocia a una multiplicidad de factores, entre ellos aspectos personales, como emociones, experiencias, percepciones, como también culturales y sociales. Esta reacción puede conducir a la complacencia, la alienación y la desesperanza, dado que el agotamiento del constante esfuerzo por mantener las medidas de autocuidado y cuidado mutuo, como también mantenerse informados disminuye gracias a este cansancio.

Una de las consecuencias de la Fatiga Pandémica es la generación de estrés en la población. Hoy en día tod@s somos conscientes que la salud mental es un tema que ha tomado gran fuerza, sobre todo tras casi 2 años de pandemia. Es por esto que queremos entregar algunas de recomendaciones respecto a cómo abordar el estrés:

• Mantenerse ocupado y concentrarse en las actividades diarias.
• Distribuir el tiempo para comer, hacer ejercicio y descansar.
• Mantenerse en contacto con familia y amigos.
• No saturarse de información sobre la pandemia.
• Prestar atención a la información sobre cómo permanecer saludable y seguro.
• Comunicar los sentimientos propios con personas allegadas, de confianza.